Esta bloguera sigue viva

Ya sé que lo que muchos pensarán es que he desaparecido o que me he dado a la fuga con un moreno sexy y tengo cosas mejores que hacer, pero no, no es el caso, de momento.

El caso es que llevo una vida de lo más normal, la vida de todo parado que se precie, enganchada el Linkedin y al Infojobs y sufriendo mini infartos cada vez que suena el teléfono con un número desconocido, (para que luego sea Orange y tarde dos horas en recomponerme del susto, claro está) El caso es que resulta bastante difícil mantener esto activo y con contenidos interesantes llevando esta vida. Era mucho mejor cuando podía contarles que me habían secuestrado un camión en la frontera con Polonia a 3 días del evento o que en Ucrania el simple hecho de coger un taxi era una aventura inigualable.

No se engañen, no es que no me hayan pasado cosas interesantes. He vivido un mes en Barcelona; he abrazado el hipsterismo; he montado en bici por Milán; he conocido una parte desconocida del Piamonte; he tenido un nuevo sobrino postizo; he recorrido un circuito de fórmula 1, (andando); he ido a 100 (he perdido la cuenta) manifestaciones y otras tantas infructuosas entrevistas de trabajos precarios; he aprendido a hacer paellas; me he hecho mayor; he visitado Girona, Cuenca, Lisboa, Granada, Gijón y San Sebastián; he vuelto a probar el vodka; he aprendido que cuando a los musulmanes les toca rezar, rezan aunque estén en medio de una convención y que algunos noruegos pueden estar borrachos a las 10 de la mañana; he intentado escribir sobre cosas serias; he vivido mi propia historia a lo «ocho apellidos vascos»; he tenido una vida cultural de lo más activa, he conocido la biblioteca más maravillosa del mundo; he visitado tres veces Ikea y también he trabajado, (algo, no se crean)…. vaya, que si me pongo me da para un libro.

Pero ser una bloguera de éxito, no es fácil. A menudo me asaltan las dudas, ¿a quién le van a interesar todas las chorradas que cuento aquí corriendo los tiempos que corren? o ¿por qué no dedico mi tiempo a escribir sobre cosas interesantes o a denunciar injusticias? Y lo he intentado, pero lo cierto es que me da pereza bombardear a mis pocos pero adorables lectores con más y más penas precisamente con los tiempos que corren. Y luego son esos mismos tiernos lectores los que me escriben diciendo que me echan de menos y que no lo deje nunca. Y llega ese fan que tengo en Argentina que entra todos los meses a ver si he publicado algo nuevo, (amigo argentino, manifiéstate) o aquel de Rusia o de Méjico, o mi amigo español – polaco que dice que mi post sobre las polacas es lo más cierto que ha leído en mucho tiempo, (creo que no lo dijo exactamente así, pero no importa) y entonces a mi me da el subidón subidón y pienso «tengo que volver a escribir» porque lo crean o no, sean fans de este blog o les parezca una auténtica chorrada a mí este ejercicio me mantiene en la cordura y precisamente con estos tiempos que corren es lo que yo necesito… CORDURA.

Así que por mi bien prometo actualizar contándoles con detalles todas esas novedades que han pasado en los últimos 4/5 meses. Ustedes por su parte hagan lo propio, comenten y saluden.

Hasta pronto!

Puente 25 de abril.

Puente 25 de abril. Foto Roberto Moreno.

 

6 pensamientos en “Esta bloguera sigue viva

  1. Clara, llegará el día en que pienses que estos tiempos fueron complicaíllos, pero que tenían su gracia, te pasaban muchas cosas.
    Ya hemos hablado de tu blog. En cualquier caso, y le des la forma que le des, es una alegría que sigas con él.

  2. Encuentro aliento sabiendo que escribo, principalmente, para comprender(me). Y resulta interesante conocer que tú, por ejemplo, lo haces para mantener la «cordura», para, al fin y al cabo, concienciar(te). Escribir es… A ver cómo… Ya, vale… Pruebo…: Escribir es igual que sangrar, de manera curativa, pero como se hacía antes, a pelo, con sanguijuelas. Te animo de veras a seguir juntando letras, así me animo yo al seguir leyendo y disfrutando tu genial forma de asomarte al mundo. Un beso.

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