No hace falta que venga ninguna conocida marca de cerveza a recordarnos que para pasar un buen verano y bien baratito, lo mejor es irse al pueblo. Eso ya lo sabemos todos. Los pueblos son lo más, buenos, bonitos y baratos, sobre todo baratos.
Por eso, señores, y visto como están las cosas, desde 4ºpiano hago una campaña para que volvamos a la tan buena constumbre ibérica del veraneo rural. Con las abuelas, (grandes agradecidas) las tortillas, las moscas grandes como sandías, las siestas interminables y la buena vida.
Por lo menos ese es mi plan low cost veraniego. A descansar a mi pueblo. Porque no habremos subido a preferente, (a pesar del esfuerzo) pero tenemos mucho más.
En mi pueblo hay playa. Sí, he dicho playa, no os pongáis ahora tiquismiquis con los conceptos, que la arena y el agua salada están sobrevalorados y además, en la costa Breva, (que así se llama) hay más chiringuitos que en Matalascañas.
Internet funciona cuando le parece y el 3G tiene problemas serios de conexión, pero a pesar de todo tenemos la mejor y más antigua red social del mundo, la plaza del pueblo.
La fruta y la verdura saben mejor y cuestan menos, los cubatas tienen precios razoble y aunque no existe todo el postureo en torno al aperitivo y al vermú la hora de la cerveza es imperdonable. Y lo mejor de todo, las siestas se echan a la sombra de un naranjo.
La gente de mi pueblo, (como la de todos los pueblos) es sabia y si no te lo crees puedes comprobarlo aquí. Y además mi pueblo inspira, que para eso somos medio romanos.
En fin, ¿qué más argumentos necesito?, que yo este verano me voy al pueblo y… ay que pena de quién no lo tenga.
Hagámos una obra de caridad y como decía la famosa marca de refrescos, de cuyo nombre no quiero acordarme
¡adoptemos un moderno de ciudad!