Fake palm tree

Son las 2 de la noche, sales de un bar en Varsovia y te encuentras esto:

Una palmera de 15 metros. De repente todas tus alertas se activan y empiezas a pensar en si algo de lo que has comido te ha sentado mal. ¿A lo mejor el vino? o ¿serán los efectos del maldito vodka polaco?, juro que yo no he fumado nada.

Con cara descompuesta miras a tus acompañantes polacos que ya tienen que estar más que acostumbrados porque ante tu cara de estupor ellos responden con toda naturalidad «tak,tak. It is a palm tree!» Sí, señores en un país en el que se llega a los -30 grados y la nieve te llega a las rodillas tú te puedes encontrar una palmera, así con toda la tranquilidad del mundo.

Y es que resulta que un día a Joanna Rajkowska, una artista contemporánea polaca se le ocurrió instalar esta palmera artificial y gigante en todo el centro de la ciudad. La palmera debía haber estado ahí por un año, el tiempo que duraba la exposición organizada por el centro de arte contemporáneo de Varsovia, y pretendía acercar el escenario de Israel a Varsovia, pero durante ese año se convirtió en un símbolo de la ciudad y ahí se quedo para sorprender a turistas no polacos.

La vida con -21º

Llevo casi una semana en Varsovia pero no la he visto, solo puedo decir que las vistas desde mi oficina son bonitas y que la comida del chino de abajo es difícil de digerir. Querría contar un millón de cosas sobre mis grandes descubrimientos polacos, como los pirogi pero tengo poco tiempo, así que intentaré responder a las preguntas que me estáis haciendo por diferentes sitios.

Sobre el trabajo,

No, señores, yo no organizo la Eurocopa, sino la ceremonia de apertura y de clausura, que es muy distinto. Para que os hagáis una idea, será algo parecido a esto pero adaptado a las circustancias. Difundid nuesrtro blog para que encontremos a los 1000 voluntarios que formarán parte de la historia. Y hasta aquí la parte corporativa del post.

No, no me codeo con Platiní ni conoceré a Casillas ni a Xavi ni a Iniesta, que es lo más dramático.

No, no tengo entradas para los partidos.

Sí, trabajamos casí 24 horas al día. Como diría Paolo, somos todos workaholic. Y lo peor es que creo que nos gusta. Pero no solo trabajamos, también nos divertimos.

Sobre el frío

Sí, creo que hace mucho frío, pero casi nunca estoy en la calle, así que no estoy muy segura. En los diez minutos al día en los que me da el aire he llegado a la conclusión de que si estás preparado para la campaña de Polonia, es decir, con todas las partes de tu cuerpo cubiertas, el frío es soportable, si una mínima parte de tu carne sale al aire libre, se congela, sin exagerar, y cuando vuelves a un sitio con calefacción duele.

El vodka solo es el mejor remedio para las noches de fiesta mientras esperas a un taxi a las 4 de la mañana.

Sobre Polonia, los polacos y el polaco.

Sé decir 3 palabras en polaco, pero no creo que aprenda muchas más. Es el idioma más difícil jamás oído. Si dicen palabras aisladas suena a chino, si las dicen todas juntas… no lo tengo muy claro, pero no a polaco.

Los polacos son simpáticos y sonrientes y están casi siempre dispuestos a darte una mano. Muchos no hablan inglés, pero no les importa, hacen lo que sea para hacerse entender. Pero son un poco cabezones y poco flexibles. Si se les mete algo en la cabeza no hay quién se lo saque. Las polacas tienen un cutis perfecto, creo que son los -21º y la congelación de la carne.

Y hasta aquí el primer capítulo de mi vida polaca.